"El otro día hablábamos sobre lo fácil que es romper el hábito de la lectura en los jóvenes y a su vez lo difícil que es crearlo (How to Stop a Reading Habit). En ese artículo mencionábamos los 6 errores que hacemos los padres y profesores que logran que los niños dejen de leer. Entonces, ¿cómo podemos crear un hábito de lectura que perdure toda la vida, o al menos durante la infancia y la juventud?.
Estos 6 puntos contrarrestan aquellos errores y ayudan a que los niños disfruten de la lectura. Algo que no solamente les distraerá, sino que les enriquecerá y hará crecer mucho más saludables en todos los aspectos (físico, intelectual, moral y social).
Estos son:
1. Establecer un tiempo de lectura habitual (en contraposición de Falta de tiempo para leer): Tenemos que establecer para nuestros hijos un horario fijo de lectura para que se convierta en rutina habitual y lo vean como un aspecto importante de su vida diaria. Con solo 30 ó 45 minutos diarios podría valer. Además es un momento muy valioso para compartir con ellos. Si les leemos, o leemos juntos, van a estar esperando todo el día a ese momento compartido con aquellos a los que quieren. Y van también a reconocer la importancia que tienen para nosotros que apartamos este tiempo para dedicárselo exclusivamente.
2. Enseñar con el ejemplo (en contraposición de Los adultos no leen): Como en muchos otros aspectos de la vida, los niños no aprenderán del gusto por la lectura si no nos ven hacerlo a nosotros. En esto no vale el viejo dicho de “haz lo que digo, no lo que hago”. Por ello es recomendable establecer una rutina en la que leamos juntos. Ellos pueden estar leyendo su libro favorito y nosotros otro libro o el periódico. O incluso podemos leerles el libro, dependiendo de la edad. Además todo momento que pasemos con ellos refuerza los lazos de unión entre padres e hijos y hará más fácil que puedan compartir sus inquietudes con nosotros.
3. Tener una biblioteca en casa (en contraposición de No hay que leer en casa): Si no hay libros en la casa, poco van a poder leer. Debemos de tener una biblioteca con libros interesantes que puedan usar todo el tiempo (novelas y libros de consulta). Y sobre todo que puedan elegir ellos, entre los similares a los que hemos escogido nosotros. No se necesitan muchos libros, y muchos de ellos los podemos sacar de las bibliotecas públicas durante unos días o semanas [Más adelante escribiremos sobre como formar una biblioteca en casa.]
4. Hacer de la lectura algo ameno (en contraposición de Los cansan): La lectura no debe de ser una tarea para los niños sino más bien una puerta a un mundo nuevo de fantasía y de conocimiento. Les tenemos que ayudar a que lo descubran ellos y entienda el libro en el contexto de su vida. Una forma buena es que después de leer nos cuente lo que han entendido en sus propias palabras, para que así vean nuestro interés y nosotros podamos ayudarles a comprender aquellas partes más difíciles. Pero con cuidado de que no se convierta en una tarea hasta rebuscar lo que se han olvidado u obligándole a terminar un libro que no le gusta.
5. Buscar la variedad (en contraposición de Poca oferta): No debemos de poner el énfasis solo en aquellos libros que nos gustan a nosotros o que conocemos. Todos los años se publican miles de títulos nuevos. Aprovechemos las bibliotecas públicas para conocer más libros y temas. Allí pueden consultar con el personal empleado para ver que recomiendan ya que estarán encantados de ayudarles. Vayan con sus hijos y dejen que escojan los libros. Además si puede ser una serie, mejor. Así si le gusta, no dudará en escoger el siguiente. Aproveche y no solo elija novelas, sino también libros didácticos que enseñen diferentes cosas.
6. Aprender a leer (en contraposición de No les dan un método de lectura): Si bien es cierto que nadie nace sabiendo leer, hay varios grados de conocimiento. Aparte del hecho de reconocer las palabras, es necesario para su disfrute el comprender y poder analizar lo que el autor escribe. Hay que enseñarles un espíritu crítico para que saquen más jugo a la lectura y puedan asimilar las ideas principales del libro y compartirlas con otros. Una vez más, la biblioteca es una lugar muy bueno para encontrar estos métodos y asistir a las sesiones de lecturas para niños (y adultos) donde se explican los principales conceptos de los libros.
Es nuestra labor lograr hacer de nuestros hijos lectores habituales. Compartir esta importante habilidad y entretenimiento les dará una gran satisfacción a ellos, y a nosotros, y los momentos que disfrutemos juntos son imprescindibles para su desarrollo. Si logramos que nuestros hijos se acostumbren a buscar en los libros conocimiento e incluso ocio, habremos ganada la mitad de la batalla. Entonces les invitamos que escojan esta misma tarde un libro y lo compartan con sus seres queridos. Ellos se lo agradecerán."
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