Hoy en día, hemos naturalizado
completamente el concepto de las redes sociales y rara vez nos preguntamos qué estamos
haciendo cuando participamos activamente de una. También resulta raro cuando
pensamos que, por más que internet sea el medio de comunicación más joven, las
redes sociales han revolucionado la forma que pensamos en menos de una década.
El título de este post no se refiere solamente a su extensión, sino además al
hecho de que la de las redes sociales no es particularmente una historia extensa,
pero con el ritmo al que se han movido las piezas de este juego, ciertamente se trata de eventos históricos.
Una red
social es una estructura que se forma con determinados actores sociales, y
con los lazos que forman entre ellos. Esto quiere decir que las social networks no se inventaron al mismo tiempo que
Facebook, y de hecho son una de las características fundamentales de la vida en
sociedad. Cuando nos vamos a un ámbito digital, la definición cambia
ligeramente: se trata de sitios o plataformas que nos facilitan la construcción
de una comunidad de amigos y conocidos de acuerdo con algunas variables. Las
redes sociales cuentan con algunas particularidades que hacen que algunos
sitios que nosotros pensamos que son redes sociales, en realidad no lo sean.
Por ejemplo, en un primer momento Twitter no podía ser considerado,
estrictamente, como una red social.
¿Cuáles son
las características principales que comparten todas las redes sociales,
incluso las primitivas?
§
Construcción de un perfil que se puede
compartir con otros usuarios
§
Visualización (dependiendo de la
privacidad de los usuarios) de las conexiones que se tienen en común con otros
miembros de la comunidad
§
Creación de contenido relacionada con el
propio perfil
§
Búsqueda de usuarios basadas en contactos
compartidos, intereses en común, etc.
§
Control y configuración de la privacidad
Estas cosas
las damos por descontado en las redes modernas; sin embargo, son
funcionalidades que se fueron sumando con el correr del tiempo.
Algunas funcionaron, otras no. Pero el verdadero “nacimiento” de las redes
sociales como las conocemos ahora se puede remontar al momento en que las
conexiones que tenemos con otras personas se hicieron visibles. Por eso
dijimos que Twitter no se consideraba una red social, dado que no nos permitía
ver qué usuarios teníamos en común con otras personas.
SixDegrees.com
Aunque otras iniciativas habían dado una especie de acercamiento
tímido a la cuestión de las redes sociales, recién con SixDegrees podemos
hablar de una proto red con algunas de las funcionalidades que caracterizan a
las actuales. En la década de los ’90 comenzó a afinarse la tecnología del social media y gracias a estos avances comenzaron a
surgir sitios como SixDegrees.
Fundada en 1997, SixDegrees estaba construida alrededor del concepto de los seis grados de
separación que se
popularizó décadas antes. Las funcionalidades principales de SixDegrees
permitían agregar amigos, que se “listaban” dentro del sitio si eran contactos,
y que podían ser invitados en caso de no pertenecer a SixDegrees. Además, los
usuarios podían hacer publicaciones llamadas bulletins muy similares a las que
más tarde se popularizarían en MySpace. Estos mensajes podían ser leídos por
personas que fueran contactos en un primer, segundo y tercer grado. Lo más
importante era que los usuarios podían ver qué
tipo de conexión o “separación” tenían con otros usuarios dentro de la misma
red, algo fundamental.
El sitio estuvo online hasta 2001,
y hoy en día se está intentando una especie de revival para los usuarios que ya
eran miembros cuando cerró. Solamente se puede acceder por invitación de un
miembro previo, que es una especie de moda hoy en día.
Friendster
Un año antes de la salida de MySpace, el programador Jonathan
Abrams lanzó Friendster, otra de las redes sociales icónicas de esta
primera etapa. Friendster es reconocida como la primera red
social en alcanzar más de un millón de miembros. Muchas de sus funcionalidades
terminaron inspirando algunas de las redes más importantes como MySpace y
Facebook, pero esa es otra historia.
Aprovechando
la popularidad del nombre Napster, que en 2002 estaba en su apogeo y era
sinónimo de controversia, Abrams mezcló las palabras friends y Napster para
nombrar su sitio. Las funcionalidades principales repetían algunos de los
éxitos de SixDegrees, fundamentalmente la posibilidad de ver las conexiones que
tenemos con otras personas. De hecho, Friendster fue la red social por
excelencia hasta que, dos años más tarde, fue desbancada por la popularidad de
MySpace.
Los de Friendster supieron cómo responder a una
necesidad que no encontraba respuesta en ningún otro lado de la web.
Si bien existían algunas redes sociales mínimas construidas alrededor de
algunos conceptos, como las citas o las mascotas, los usuarios buscaban algo
más general. A tres meses de su lanzamiento, Friendster llegó a los 3 millones
de usuarios, y adquirió una importante popularidad en la prensa.
La creatividad de Friendster está patentada, de hecho, Facebook usa casi una veintena de patentes de
la compañía que
incluyen métodos para compartir información de relaciones en una red social,
scores de compatibilidad para hacer sugerencias de amigos, métodos de manejos
de contactos y más. Sin la existencia de Friendster, las redes sociales como
las conocemos hoy en día no serían una realidad.
MySpace
Hoy en día solemos referirnos a MySpace de una forma burlona, después de los
altibajos de la compañía que supo ser referente en el tema de redes sociales.
Con su cambio de logotipo, intentos de revivir la comunidad y más, los
esfuerzos de MySpace fueron considerados casi como un manotazo de ahogado en un
mundo reinado por Facebook. Pero cuando el nombre de Facebook no era conocido
en el mundo, MySpace era el rey.
En su apogeo, en el año 2005, las visitas a MySpace podían
llegar a superar a las de Yahoo y Google. Un número
sorprendente, pero que la compañía no supo manejar. Fundada en 2003 por
empleados de Friendster que decidieron replicar los aspectos más populares de
esta red social, en dos años MySpace se transformó en el punto de encuentro virtual de millones de
personas. No sólo eso, sino que además fue la forma que muchas
bandas tuvieron de promocionarse –hasta en un momento MySpace lanzó su propio
sello discográfico-.
Desde la llegada de Facebook, los usuarios de MySpace comenzaron a
migrar y la compañía no tuvo forma de detenerlos. Simplemente no pudieron estar encima de la tecnología
necesaria para mantener a sus usuarios. Los únicos que
permanecieron en MySpace de forma activa fueron los músicos, que encontraban en
la plataforma una manera genial de autopromocionarse. En 2008, Facebook definitivamente
superó a MySpace en visitas, y el resto fue historia.
¿Qué fue lo que hicieron mal? Por un lado, tenemos los anuncios:
después de un trato millonario con Google, la cantidad de anuncios de MySpace,
que era abundante, se duplicó, lo que causó que la plataforma fuese cada vez
más lenta. Por otro lado, mientras que Facebook permitía el desarrollo de
aplicaciones de terceros mientras que MySpace hacía todo su propio
desarrollo. La red de Mark Zuckerberg permitió que otros la
ayudaran a crecer, mientras que MySpace sufrió por su aislación autoimpuesta.
Los ¿fracasos?
Hasta
ahora hemos hablado de las redes sociales que fueron populares en su momento
pero que, por diferentes motivos, terminaron quedando en el pasado. Pero, ¿qué
pasa con las redes sociales más novedosas, que no lograron hacerse un lugar
dentro del podio de ganadores? Muchas de ellas intentaron meterse de lleno en
un lugar que básicamente está bastante lleno.
Uno de estos casos es Diaspora. La propuesta de esta
nueva red social es muy interesante, y le hemos dedicado un par de líneas en el
pasado, pero sin embargo, después de la emoción inicial, simplemente se dejó de
hablar de Diaspora. Las características diferenciales de esta red incluyen su condición sin fines de lucro y user-owned.
Sin embargo, después de tanto bombo y platillo Diaspora solamente tiene alrededor de 375 mil usuarios.
En 2011, Diaspora fue nominada a los Mashable Awards como una de las mejores redes sociales del año.
No vamos a negar que se trata de una propuesta creativa, sin embargo, no han
logrado enganchar usuarios de la misma forma que Pinterest, por ejemplo.
Tendremos que esperar a que corra un poco más de tiempo y para decir si
realmente ha fracasado.
Por otra parte, uno de los fracasos más sonoros de este tiempo ha
sido Google Buzz. Tratar de
incorporar las funcionalidades sociales a Google no fue tan exitoso como se
pensaba. ¿Qué pasó? Los de Google estimaron que con la cantidad increíble de
usuarios que tienen sus productos, sería muy simple agregar funcionalidades
para que los usuarios no tuvieran necesidad de abandonar GMail. Pero, al
contrario, lo único que hicieron fue crear un monstruo molesto que a los
pocos meses fue desactivado.
El año pasado, Google volvió a probar su suerte con Plus y,
hasta el momento, las cosas parecen estar funcionando bien. Pero, a pesar de
tener una base importante de usuarios, y un crecimiento astronómico, los problemas de Google+ residen en la
retención: los usuarios crean una cuenta, la prueban y muy
pronto no saben qué hacer. Al contrario de Facebook, donde podemos encontrar
una gama amplia de actividades, Google+ se queda corto en lo que refiere a
aplicaciones.
Esta
es, por supuesto, una historia muy breve, y un pantallazo de cómo fueron los
comienzos de las redes sociales. Si realmente indagáramos con olfato de
detectives, podríamos tener una novela entre manos.
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