A sólo media hora de la ciudad de Canberra, capital de Australia, se encuentra el Parque Nacional Namadgi.
Los biólogos están muy sorprendidos de que este animal haya sobrevivido durante todo este tiempo a sus depredadores: perros salvajes, zorros y águilas.
Desde el momento de su nacimiento este animal ha sido una presa fácil para todos estos animales por su extrema visibilidad.
Los animales albinos tienen predisposición genética para tener problemas de vista y oído. También son más propensos a contraer cáncer o padecer quemaduras solares.
El color gris habitual de los canguros permite a estos animales confundirse con el entorno y sobrevivir.
Los biólogos apuntan que los miembros de su familia han jugado un papel decisivo para asegurar su supervivencia con tantas limitaciones. Los canguros forman grupos con un macho dominante, varias hembras y su descendencia. Aun se desconoce el sexo del canguro albino.
Los guardabosques del parque creen que llegado a esta edad puede sobrevivir con muchos menos problemas, su mayor preocupación ahora por el animal son los humanos, que en ocasiones realizan actividades de caza en el parque. Este canguro para los cazadores furtivos (vivo o muerto) es una pieza muy deseada.
Estas fotografías son las primeras del animal. Hay informes de otros dos canguros albinos en este parque que aún no se han podido fotografiar.
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