Cuentos para niños , para comprender la importancia de nuestro cambio de actitud para espantar la tristeza. Y aprender cómo es bueno creer en las propias ideas y que ante el fracaso debemos seguir intentándolo.
Lucía creía que cuando las personas lloraban, tenían una gran nube negra en los ojos y muchas gotas de lluvia en la mirada. Lucía pensaba que en esos casos para evitar que la gente llorase bastaba con limpiarles las nubes negras de los ojos y hacer así que no tuvieran lluvia empañando su mirada. Cada vez que veía a alguien llorar pensaba en lo fácil que seria ayudar a esa persona, simplemente espantando las nubes y limpiando así la lluvia, eliminando la tristeza que las lágrimas traían consigo.
A Lucía no le gustaba ver a la gente triste, no le gustaba que nadie llorase. Ella que era una niña muy buena, se preocupaba cuando alguna persona estaba triste. Así muchas veces pensaba en cómo podría ella espantar las nubes negras de los ojos de las personas y hacer que se esfumase la lluvia de sus miradas.
Pensó mucho en esto, tanto pensó que se le ocurrió una increíble y sencilla idea que a nadie se le había ocurrido antes. Estaba mirando al cielo y pudo ver como el viento soplaba y empujaba las nubes haciendo que estas se alejarán del cielo azul. Ya está, pensó Lucía si hago que el viento sople las nubes negras de los ojos de la gente, las miradas quedarían limpias de lágrimas. Intentó soplar a los ojos de distintas personas pero esto les resultaba molesto y solo consiguió mover las nubes y que estas se acumularan más, creando miradas llenas de lluvia de lágrimas.
Lucía aún así no se desanimó, la primera idea le había salido mal, pero tendría que pensar otra solución mejor, no podía ser tan difícil espantar unas nubes. Y así continuo pensando, y entonces se le ocurrió otra idea, y de esta manera invento el espantanubes.
El espantanubes era un aparato muy especial, ya que no había podido alejarlas soplando, porque esto resultaba molesto, Lucía decidió crear un aparato que hiciera que las propias personas espantarán sus nubes desde dentro, soplándolas con aires de alegría que salieran de su mismo corazón, llegando a las nubes a través del aire que sale de la risa y la sonrisa. De esta forma un viento especial soplaría las nubes, un viento que sale del corazón de las personas y se escapa por la risa, soplando como la brisa suavemente las nubes de tormenta que traen la tristeza y llenan las miradas de lágrimas.
El espantanubes tenía forma de trompeta y cuando lo hacía funcionar salían de él ondas de alegre melodía que llegaban al corazón de las personas y les animaban a soplar y empujar sus nubes de tristeza.
Y así fue de esta manera y no de otra como Lucía logro eliminar la lluvia de lágrimas de la mirada de las personas.
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