La mayoría de los científicos opinan que las estrellas tienen su origen en inmensas nubes compuestas por gases y polvo.
Las estrellas, al envejecer, despiden con frecuencia enormes nubes de gases y polvo. En el espacio existen muchas nubes de este tipo que al desplazarse atraen hacia sí más polvo y nuevos gases. La fuerza de la gravedad cohesiona, es decir, agrupa a esos gases y el polvo oprimiéndolos. Al cabo de millones y millones de años, el núcleo central de la nube ha adquirido forma esférica.
La gravedad sigue actuando sobre esa esfera, presionándola hasta que el núcleo adquiere una gran densidad. Cuando a un gas se le presiona con tanta fuerza, se calienta muchísimo. El núcleo de la esfera alcanza tan elevadas temperaturas que se convierte en un horno nuclear. Y entonces, a causa del calor, la esfera empieza a irradiar luz. En ese momento queda convertida en una estrella.
Éste es el origen de las estrellas. Ahora mismo, en el espacio, se están formando nuevas estrellas a partir de nubes de gases y polvo, y los científicos creen que así se formó nuestro sol hace unos cinco mil millones de años.
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