1. Lee mucho: Procura leer a menudo, sobre distintos temas y poniendo interés en la lectura. Además de hacerte más sabio, estarás ejercitando el cerebro.
2. Desafía tu intelecto. Y una buena manera de hacerlo es aprendiendo algo nuevo cada día.
3. Mantén conversaciones estimulantes. Habla con las personas que te rodean sobre asuntos variados. Expón tus ideas, pregunta, cuestiona, examina, aprende…
4. Juega, a solas o con otros. Elige, por ejemplo, el trivial o el ajedrez.
5. Relájate. Un exceso de hormonas del estrés (como el cortisol), puede resultar dañino para tu cerebro. Programa tus ratitos de descanso y esparcimiento para la semana.
6. Practica un hobby. Es estimulante, porque aprendes; y es relajante, porque gracias a él descansas de actividades y pensamientos estresantes.
7. Ejercita tu motricidad fina. No olvides actividades en las que realices movimientos pequeños, precisos y coordinados. (Ejemplos: tocar un instrumento musical o escribir con todos los dedos en el teclado.)
8. Haz ejercicio físico regularmente. La actividad física hace que llegue oxígeno al cerebro y que mejoren la memoria, los reflejos y las habilidades de razonamiento.
9. Tómate tu salud en serio. Si crees que tienes un problema de salud, no lo dejes pasar. Acude a un profesional. Y no está de más que te hagas chequeos periódicos para evitar futuros problemas.
10. Mantén una dieta equilibrada, en la que no falten a diario las vitaminas del grupo B (esenciales para la salud del cerebro).
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