¿Qué es la lectura?
La palabra lectura procede del latín legere, cuyo significado se refiere a cosechar y recoger, pareciera que el acto de leer se encuentra relacionado con la acción de recoger algo que está esperando ser recogido, pero que depende de quien lleve a cabo esta acción (Cano, 2009). En otras palabras “la lectura es un proceso interactivo entre el lector y el texto, donde el lector se acerca al texto buscando comprender un mensaje y en ese proceso realiza otras acciones como predecir, anticipar y desarrollar expectativas con respecto a cuál va ser el mensaje. Se puede afirmar entonces que la lectura es un proceso iniciado por el lector que se aproxima a un mensaje para decodificarlo, y que en este contacto se activan otras actividades cognitivas complementaria.Cano (2009), además, plantea que la lectura es un proceso que se desarrolla en dos momentos, el primero consiste en la percepción y decodificación de un mensaje escrito en un sistema de símbolos particular por parte del lector; el segundo se refiere a la interactividad entre el lector y lo escrito que conlleva la comprensión del mensaje.
Es necesario destacar, además, que la lectura forma parte del desarrollo integral del ser humano, pues es un aspecto fundamental de su formación como sujeto comunicante, lo que es factible gracias a que el lenguaje que se adquiere a través de ella, permite al individuo construirse como una persona parlante capaz de pensar y expresar mediante las palabras (Petit, 1999). Por lo tanto, se podría señalar que la lectura es esencial para que los individuos alcancen un adecuado uso del lenguaje, pues su utilización de forma inapropiada puede transformarse en un obstáculo insoslayable en el desarrollo social de las personas...
La lectura es, además, un instrumento para acceder al saber y al conocimiento, lo que puede impactar enormemente el desarrollo escolar, profesional y social de un individuo (Argote y Molina, 2010), lo que muestra la importancia fundamental que posee que las personas tengan la capacidad de leer, comprender y generar nuevo conocimiento a partir de lo leído, es decir, ser infoalfabetizado, para lo cual es necesario ineludiblemente ostentar hábitos de lectura. Este aspecto adquiere hoy en día un gran valor, pues globalmente se habla que la humanidad está inmersa, para algunos, en la sociedad de la información y, para otros, en la sociedad del conocimiento; sin embargo, información y conocimiento no poseen el mismo significado, pues la primera “es algo externo y rápidamente acumulable, que no es nada si no se asimila, se discrimina, se procesa y se enjuicia, lo cual no es posible sin competencia lectora: de ese modo, la información puede llegar a formar parte de los conocimientos de una persona”,el que es, en cambio, de carácter interno y estructurado y que se relaciona con el entendimiento y con la inteligencia.
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