El buen lector se hace, no nace, pues la lectura no es un don natural, sino un arte.
El buen lector es que empieza a serlo antes de empezar a leer, cuando oye entusiasmado las historias que le cuentan su padre, o su madre o sus abuelos...
El buen lector leyó de niño, aunque entonces no sabía que en esa lectura su imaginación volaba libre, unas veces muy lejos, otras no tanto. Aquel niño tampoco sabía que iniciaba así una relación que duraría toda su vida, y no podía imaginar que cada vez que abriese las páginas de un libro, iba a sentir como lo acogían , como la lectura es un reto, un conocimiento, y el hombre o mujer que es hoy sigue sintiendo esa misma curiosidad del niño que fue. Y lee, y aunque cree que es casi imposible que un libro cambie la vida de alguien, está convencido de que los libros que ha leído le han permitido vivir otras vidas, que le han dado otra dimensión a la suya y ha conseguido, gracias a ellos, ver el mundo y entender la vida de una manera que sólo la lectura concede.
El buen lector no sabe por qué elige un libro, y a veces sospecha que el libro lo elige a él. El buen lector ama la literatura, y no sólo lee novelas, también lee poesía, pues sabe, o al menos intuye, que él que entiende la poesía tal vez lo entienda todo. También lee ensayos o los leerá, y también lee ciencia o la leerá, porque el buen lector pertenece a su mundo y sabe que la ciencia lo está cambiando a una velocidad nunca vista.
El buen lector recomienda sus lecturas, porque le gusta que otros conozcan y disfruten lo que él conoció y disfrutó. El buen lector sabe que puede ser mejor lector siempre.
El buen lector no acaba de saber muy bien por qué lee, y mientras lo descubre, sigue leyendo.
El buen lector no quiere ser reflejo de su sociedad y procura ser crítico, exigente, selectivo; quiere saber, tiene necesidad de saber, por eso no es un lector de anécdotas, sino de sentido.
El buen lector quizás haya sido capaz de llegar hasta aquí, habrá hecho suyas algunas de las aseveraciones anteriores, y se dirá a sí mismo que podría seguir, cómplice, continuando lo expuesto aquí.
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