Un estudio de la Universidad del Sur de Florida y en la Universidad de Maryland, College Park (EE.UU.) ha descubierto cómo es posible que una babosa de mar verde brillante pueda vivir como una planta, alimentándose únicamente de luz solar. El trabajo ha sido publicado en la revista The Biological Bulletin.
La babosa en cuestión es Elysia clorótica, tiene un aspecto que se asemeja al de la hoja de una verdura, mide apenas seis centímetros y su hábitat natural son las costas desde Nueva Escocia hasta el sur de florida. Se alimenta de un alga llamada Vaucheria litorea de la que la babosa ha decidido “tomar prestados” sus cloroplastos para llevar a cabo la fotosíntesis.
Para llegar a esta certidumbre, los investigadores descubrieron que la babosa había aprendido a digerir el alga sin dañar los indispensables cloroplastos (integrándolos en sus células digestivas), que transforman la luz del sol en comida, ya que cuenta con genes del alga indispensables para mantener en buen estado los cloroplastos de esta. Se trata del primer caso de transferencia genética funcional de una especie multicelular a otra (lo que se conoce como transferencia horizontal de genes), convirtiendo a esta pequeña babosa en el primer y único animal capaz de realizar el proceso de fotosíntesis.
“Este trabajo confirma que uno de los genes del alga necesarios para reparar los daños en los cloroplastos y mantenerlos en funcionamiento, está presente en el cromosoma de la babosa. El gen se incorpora en el cromosoma de la babosa y se transmite a la siguiente generación”. La descendencia sólo tiene que 'robar' los cloroplastos de las algas, ya que los genes para mantener los cloroplastos ya están presentes en el genoma babosa. Es imposible que los genes de un alga puedan trabajar dentro de una célula animal.Y sin embargo, aquí lo hacen, aclara Sidney K. Pierce, coautor del estudio.
0 comentarios:
Publicar un comentario