Aunque nos moleste, este acto reflejo es de gran utilidad para el organismo. Habría que preocuparse si no tosiéramos. ¿Qué función tiene?
Se trata de un ejercicio de higiene que lleva a cabo el organismo para limpiar las vías respiratorias mediante una maniobra brusca. Cuando la mucosa existente en los bronquios, tráquea o laringe se estimula, ya sea por sequedad, frío o por alguna sustancia química, se produce el reflejo de la tos.
Este reflejo lo activan ciertos receptores, que se encuentran en diferentes zonas del cuerpo. Los oídos, senos, esófago, abdomen, revestimientos del corazón y pulmones disponen de ellos, aunque donde más se concentran es en la garganta y en las ramificaciones de las vías respiratorias. Cuando se alteran por algún motivo, tosemos.
Gracias a esta maniobra expulsamos todo lo que “sobra”, por así decirlo, en nuestras vías respiratorias, por ello cuando nos atragantamos o estamos enfermos con mucha congestión, toser es muy recomendable. Aunque existen varios tipos de tos no todas son beneficiosas: la conocida como tos seca no es para nada saludable, ya que no expulsa nada (no produce expectoración) y lo que hace es irritar la faringe creando un bucle de tos por irritación y viceversa.
Para evitar este tipo de tos se recomienda beber agua regularmente, huir de ambientes cargados donde haya humo y mantener la humedad en las habitaciones en torno al 40%. Otra forma dañina es la conocida como tos crónica o aguda, cuando dura más de tres semanas. Tanta duración irrita demasiado la garganta y la laringe y puede tener complicaciones más serias, e incluso ser síntoma de alguna enfermedad latente. Existe también otro tipo de tos, la psicógena, en la que el problema no es fisiológico, sino psíquico. Cuando aparece es, esencialmente, por nervios, como por ejemplo toser antes de hablar.
Cuando estamos enfermos acabamos hartos de la tos, pero en realidad, es un mecanismo de defensa más que tenemos, otra forma de eliminar toxinas. Por lo tanto, la tos, en su justa medida, es buena. Pero por si se descontrola, la ciencia siempre tiene un remedio, en este caso la codeína o el dextrometorfano. Dos compuestos que inhiben el reflejo de la tos, produciéndonos alivio.
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