Un estudio muestra que la distribución de partículas en los anillos planetarios tiene un carácter universal.
La incógnita sobre la formación de anillos alrededor de planetas como Saturno, Júpiter, Urano y Neptuno (también los planetas más grandes de nuestro sistema solar) parece haberse resuelto. Un equipo internacional de científicos ha descubierto que estos anillos tienen una distribución de partículas universalmente similar. El estudio ha sido publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Hasta el momento, conocíamos que los anillos de Saturno, concretamente, están formados de partículas de hielo de diferentes tamaños, probablemente restos procedentes de algún suceso catastrófico lejano.
“Lo que es sorprendente es que la abundancia relativa de partículas de diferentes tamaños sigue, con una alta precisión, una ley matemática 'de cubos inversos'. Es decir, la abundancia de partículas de 2 metros de tamaño es 8 veces más pequeña que la abundancia de partículas de un metro, mientras que la abundancia de partículas de 3 metros es 27 veces más pequeña, y así sucesivamente”, explica Nikolai Brilliantov, líder del estudio.
Así como también es probable que existan anillos planetarios más allá del sistema solar, este estudio ha resuelto al fin el enigma de la distribución del tamaño de partículas de los anillos planetarios, que ha resultado ser más genérico y común de lo que los astrofísicos pensaban hasta ahora, extiendo esta clave desde a los planetas más conocidos por nosotros como Saturno y Urano, como a asteroides grandes, como Chariklo y Quirón, que con apenas unos pocos cientos de kilómetros de diámetro, también están rodeados por anillos.
“Por fin hemos resuelto el enigma de la distribución del tamaño de partículas. En particular, nuestro estudio muestra que la distribución observada no es peculiar de los anillos de Saturno, sino que tiene un carácter universal”, finaliza Billiantov.
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