Cuento infantil para entender el miedo y como si no le controlamos crece y rompe nuestros sueños.
En un valle muy oscuro vive uno de los más temibles monstruos de los que hayáis oído hablar. Este monstruo es un monstruo grande y pegajoso, un monstruo feo que se agarra y se queda fuertemente pegado, un monstruo del que es difícil librarse. Este monstruo se llama
Miedo y es conocido como el Rompe Sueños.
Miedo es un monstruo capaz de pegarse a las personas, quedarse pegado a sus sueños y romperlos en mil pedazos.
Todos en el pueblo habían oído hablar de Miedo el rompe sueños. Todos alguna vez habían visto cómo sus sueños se rompían en mil pedazos por culpa de Miedo. En el pueblo vivía una niña muy miedosa, que solía ser víctima de las maldades del monstruo Rompe Sueños. Curiosamente esta niña se llamaba Valentina.
Valentina estaba harta que sus sueños fueran destruidos en mil pedazos por culpa de Miedo, el monstruo Rompe Sueños. Muchas fueron las veces en las que decidió enfrentarse al monstruo, pero llegado el momento siempre tenía miedo y el monstruo vencía la batalla sin tener que batallar.
Valentina lo pasaba muy mal, porque Miedo rompía todos sus sueños, controlaba su vida y no la dejaba hacer nada. Valentina pensaba y pensaba que podía hacer para vencer al monstruo y preguntaba a los que conocía buscando ayuda. Así, su abuela le dijo un día: “Valentina, para vencer al Miedo tienes que empezar por conocerlo bien y por no tenerle miedo. Si alguna vez le temes tienes que emplear las palabras mágicas que te dejo anotadas en esta nota, pero solo podrás leerlas cuando tengas mucho miedo”.
Así Valentina comenzó a acercarse al valle oscuro donde el monstruo vivía y así podía observarle de cerca. El primer día, tuvo mucho miedo, pero tras varios días, descubrió que no era para tanto, que Miedo tenía una pinta muy fea y temible, pero que pasaba el tiempo en su casa como cualquiera. Al cabo de los días Valentina recobró mucha información, sabía cuándo dormía Miedo, qué cosas comía, sabía que Miedo era más fuerte cuánto mas temor demostraba uno.
Valentina se preguntó entonces ¿Por qué Miedo rompe los sueños de las personas?, pero no encontraba respuesta a su pregunta. Un día mientras observaba lo que el monstruo hacía, el monstruo Rompe Sueños se dio cuenta de que estaba siendo observado y descubrió a la niña.
- ¿Qué haces aquí?-preguntó con voz grave el monstruo- ¿qué quieres?
Valentina estaba muy asustada, hasta las piernas le temblaban. Se acordó de la nota de su abuela y leyó las palabras mágicas que decían: no tengo miedo, no te tengo miedo, no tengo miedo. ¿Solo eso? Pensó Valentina.
Pero entonces ocurrió, el monstruo escuchó a la niña y perdió sus fuerzas. Miedo, el monstruo Rompe Sueños se hizo pequeñito y ya no daba tanto miedo. Valentina entonces le habló.
- Tengo que hacerte una pregunta ¿por qué rompes los sueños de las personas?
Y el monstruo después de pensarlo, respondió:
- Yo solo rompo los sueños de quienes con su miedo me llaman. De quienes con su miedo huyen de mí y me ven enorme. Yo no soy un monstruo, yo tengo una función que consiste en proteger a las personas de las cosas peligrosas, de aquellas que deben dar miedo. Pero los sueños no deben dar miedo, yo acudo ante los peligros, pero los sueños no son un peligro y mucha gente no me escucha.
Desde entonces Valentina comprendió muchas cosas. Miedo el monstruo, realmente no era tan malo. Miedo tenía el poder de protegernos, pero para ello era necesario conocer y escuchar al monstruo, escuchar cuales eran los verdaderos peligros. Cuando Miedo aparecía la gente se paralizaba y no escuchaba, si realmente aquello era peligroso o no, o cuales eran las precauciones que debían tener.
Desde entonces Valentina dejo de tener miedo, empleaba las palabras mágicas y así el monstruo se hacía pequeño y podía hablar con él.