Perséfone era la hermosa hija del Dios Zeus y la Diosa Deméter. Perséfone era una hermosa joven de cabellos dorados y grandes ojos verdes, que vivía con su madre en el monte Olimpo. De vez en cuando Perséfone bajaba del Olimpo a los prados y recogía flores con sus amigas las ninfas.
Un día estaba la joven recogiendo flores tranquilamente, cuando Hades dios que reinaba en los infiernos, –que estaba enamorado de ella- abrió una enorme grieta en la tierra y emergió justo donde la joven iba a recoger un lirio, llevándosela consigo. Hades la secuestro en un carruaje negro, sin dejar ningún rastro.
Las amigas de Perséfone no habían visto como la joven se esfumó y no pudieron darle más explicación a su madre. Deméter desesperada, comenzó a buscarla, disfrazada de anciana recorrió toda en Grecia en busca de alguna pista sobre el paradero de su hija, durante nueve días estuvo buscando sin comer, ni beber.
Y finalmente halló noticias, el hijo de los reyes de Eleusis le contó lo siguiente:
- Diosa, Deméter, me temo que tengo noticias poco afortunadas sobre el paradero de su hija. Un pastor me contó, que vio un siniestro carruaje, guiado por un rey de armadura negra, se llevó a una hermosa joven, la tierra se abrió y desapareció con ella en sus entrañas.
Deméter, enseguida llegó a la conclusión de que se trataba de Hades. Pensó que Zeus podría haberlo evitado, pero que no lo hizo y decidió vengarse. Como ella era la diosa de la agricultura, recorrió de nuevo Grecia, esta vez dando paso a su venganza. Prohibió a los arboles dar frutos, a los pastos crecer y a las semillas germinar. El ganado no tenía con que alimentarse y comenzó a morir. Si la situación continuaba los hombres también morían de hambre.
Zeus, intentó convencer a Deméter, con regalos y joyas, que ésta no aceptó, “solo quiero a mi hija Perséfone de vuelta a mi casa” le decía la diosa. Zeus tuvo que recurrir a Hades y suplicarle que dejará libre a Perséfone, de vuelta con su madre. A lo que Hades respondió,
- Será libre para regresar, siempre y cuando no pruebe ningún alimento del infierno, pues todo aquel que pruebe un alimento de los muertos queda para siempre obligado a permanecer aquí.
Perséfone había comido granadas del huerto. Hades subió a la joven en su carruaje y la llevó junto a su madre. Ambas se abrazaron felices, y entonces Hades le dijo a Deméter:
- Tu hija ha comido siete granadas de mi huerto, y por lo tanto debe regresar al infierno conmigo.
A lo que Deméter respondió:
- Si eso ocurre, nunca jamás levantaré la maldición que pesa ahora mismo sobre la Tierra y todos morirán de hambre.
Zeus y Hera tuvieron que intervenir en la negociación. Finalmente, Deméter tuvo que aceptar que su hija se casará con Hades. Perséfone debía pasar siete meses del años con su marido en el infierno, un mes por cada granada y los otros cinco meses los pasaría junto a Deméter su madre.
Por esta razón la tierra florece en primavera y en verano cuando Deméter disfruta de la compañía de su hija y se queda triste y seca en otoño e invierno cuando Perséfone está junto a Hades.